Un estudio vinculó el sexting, a menudo cuestionado por sus posibles riesgos, con una mayor satisfacción. En Estados Unidos lo practican 9 de cada 10.
Las parejas que se envían fotos o mensajes hot tienen mejor sexo y esa práctica, según un estudio realizado en Estados Unidos. El objetivo que se plantearon las investigadoras fue buscar los vínculos del sexting, una práctica a menudo cuestionada por sus riesgos, con el placer.
El sexting es el envío o recepción de fotos, mensajes o videos con contenido sexual explícito o sugerido, en particular desde teléfonos celulares. Para Emily Stasko y Pamela Geller, del departamento de Psicología de la Universidad de Dexel (Filadelfia) el extendido enfoque que cataloga a la actividad como riesgosa “no tiene en cuenta los posibles efectos positivos de la comunicación sexual abierta con la pareja”.
Para explorar la relación entre el sexting y la satisfacción sexual, reclutaron a través de una plataforma de Internet a 870 hombres y mujeres de entre 18 y 82 años que completaron un cuestionario sobre comportamientos, motivos, resultados percibidos del sexting y satisfacción sexual. Tres de cada cuatro consultados manifestó estar en pareja.
Los resultados, presentados recientemente en una convención de Psicología en Toronto (Canadá), mostraron que esta es comportamiento común entre los adultos estadounidenses: 9 de cada 10 afirmaron haberlo practicado alguna vez en su vida, y el 82% el último año.
Tres cuartas partes de ellos enviaron imágenes a un novio o novia, esposo o esposa. El 43% de consultados afirmó haber intercambiado mensajes hot con parejas ocasionales y sólo el 12% en infidelidades.
El análisis de los resultados arrojó que “mayores niveles de sexting se asocian con una mayor satisfacción sexual y que los participantes que se identificaron como solteros tenían niveles significativamente más bajos de satisfacción sexual que quienes estaban en una relación casual o de pareja”. El nivel de placer es mayor cuanto menos comprometida sea la relación, indica el informe.
Investigaciones anteriores y la repercusión de los hackeos a personajes famosos ponen el foco en los peligros de esta práctica. No obstante, a contramano de la idea del sexting como algo riesgoso, quienes lo practican lo perciben como un comportamiento asociado a la diversión.
Para Stasko y Geller si bien se requiere seguir investigando el tema, los resultados del trabajo que realizaron indican una “sólida relación entre el sexting y la satisfacción sexual”. Y concluyeron que “este replanteamiento del sexting dentro de un marco de salud sexual que incluye no sólo los riesgos si no también el placer tiene interesantes potenciales implicaciones para la nueva intervención clínica”.