Según un estudio realizado por el psicólogo musical Daniel Müllensiefen, de la Universidad de Londres, más del 40% de las personas que entrevistó, afirmaron que escuchan música mientras tienen sexo y que de esa manera se estimulan y crece la creatividad con la pareja y disfrutan mucho más de los orgasmos.
¿Qué pasa en un encuentro sexual cuándo elegimos tal o cual tipo de música? aquí te dejamos algunas conclusiones.
1.- Heavy metal
Si eres amante del sexo duro, ese que lleva al éxtasis total, hay que elegir a los Iron Maiden. Este tipo de música influye en los hombres que segregan más testosterona y embrutece el deseo sexual. Es importante destacar que escuchar metal hace que, después de llegar al orgasmo, se liberen estrógenos, pasando de una situación enérgica a otra más tranquila.
2.- Rock
Escuchar este estilo musical hace que nos olvidemos de los problemas del día a día y mejora el estado de ánimo. La sensación de practicar sexo mientras se escucha rock es parecida al efecto embriagador del alcohol.
3.- Música clásica
Conocida es la capacidad que tiene este género musical para tranquilizar a las personas e incluso para dormir bebés. Es ideal para disfrutar de un sexo pausado, duradero y relajante. Es recomendable para sexo tántrico.
4.- Reggaetón
A pesar de que es el llamado “ritmo del sexo”, en realidad no es tan afrodisíaco como parece. Según el estudio, escuchar este tipo de música daña la parte simpática del hipotálamo, disminuye la capacidad cerebral y la memoria a corto plazo.
5.- Blues y jazz
Los ritmos relajados favorecen relaciones sexuales tranquilas, sensoriales y que unen de forma emocional a la pareja. Canciones de este tipo crean un ambiente cálido y sensual muy propicio para el sexo.
6.- Música electrónica
Estos sonidos estimulan las hormonas energéticas, que al liberarse en el cuerpo generan hiperactividad, encuentros sexuales rápidos y pletóricos.
7.- Pop y disco
Si quieres sexo divertido y pasar un buen rato con la pareja, hay que contar con David Guetta o Maroon Five. Sus efectos fomentan la alegría y son parecidos a aquellos que experimentamos al comer un dulce o una golosina.